Fin de la guerra y un nuevo renacer de la empresa
El 15 de agosto de 1945 finalizó la II Guerra Mundial. Japón se encontraba devastado por la guerra. Sus instalaciones de fabricación y sus infraestructuras se encontraban en ruinas cuando empezó lo que sería una difícil recuperación económica.
En un esfuerzo por volver a su negocio principal de producción de radios, Tokuji Hayakawa prescindió de las plantas de Kioto e Izumi-Fuchu, en Osaka, pero la producción se veía incapacitada por la escasez de materiales. Las ventas también eran mínimas, ya que la gente prácticamente no tenía ingresos de los que disponer. El futuro de la empresa se presentaba muy oscuro.
Entrada en bolsa
En 1949, la demanda de aparatos de radio se recuperó, lo que resultó en un repunte modesto pero crucial en el rendimiento de la empresa. En mayo, la empresa cotizó por primera vez en la Bolsa de Osaka.
Un periodo de recesión
El éxito renovado de la empresa duró poco tiempo. Para controlar la inflación provocada por la escasez de alimentos y materiales, las fuerzas de ocupación implantaron fuertes medidas fiscales (la "línea Dodge"). Esto hizo que la economía cayera en picado, y los fabricantes de radios sufrieron un duro golpe. Las ventas quedaron estancadas no solamente debido a la economía, sino también porque estaban a punto de crearse las emisoras de radio comerciales: los aparatos de radio convencionales no podían captar las nuevas frecuencias y los consumidores estaban esperando a que aparecieran nuevos modelos. Esto provocó la quiebra de numerosos fabricantes de radios, que pasaron de 80 a ser solamente 18.
Superación del desafío
En marzo de 1950, la empresa tenía una deuda de 4.650.000 yenes. Las acciones de la empresa habían caído hasta 14 yenes por acción y de nuevo su supervivencia estaba en entredicho. Sin embargo, diversas instituciones financieras, sindicatos y la directiva corporativa unieron sus esfuerzos y la empresa volvió a salvarse una vez más.
Con la reestructuración aún en marcha, la Guerra de Corea supuso un boom gracias al aprovisionamiento de las fuerzas armadas estadounidenses, lo que disparó los beneficios de la empresa.
Introducción de la nueva "Super Radio"
En 1951, se crearon una veintena de emisoras de radio comerciales en Japón, y la empresa no tardó en comercializar su "Super Radio". El número de radioyentes del país alcanzó los 10 millones. La producción anual llegó a las 430.000 unidades y las ventas por empleado se multiplicaron por más de 3 en comparación con el año anterior. El precio de las acciones de la empresa subió hasta 53 yenes por acción.