Búsqueda de un nuevo campo en el punto álgido del boom de la televisión
La gente depende de las calculadoras electrónicas para cubrir sus necesidades personales y empresariales. En 1964, cuando Japón se preparaba con entusiasmo para los Juegos Olímpicos de Tokio, Sharp volvió a ofrecer un producto rompedor: la primera calculadora electrónica del mundo que únicamente incorporaba transistores y diodos.
Una propuesta de unos jóvenes ingenieros
Cuatro años antes, en 1960, las ventas de televisores y otros productos se dispararon hasta un nivel 18 veces superior al alcanzado en 1950, un logro impresionante para un periodo de diez años. Algunos ingenieros jóvenes que llevaban trabajando en la empresa desde hacía cuatro o cinco años, tras evaluar las tecnologías emergentes, insistieron con ahínco para empezar a investigar en ordenadores y en la tecnología de semiconductores. La directiva aceptó sus propuestas y se estableció un nuevo laboratorio de investigación.
Ordenadores similares a un ábaco
Por diversas razones, la empresa abandonó su objetivo original de desarrollar ordenadores de gran tamaño y en su lugar decidió emprender el desarrollo de ordenadores que pudieran ser utilizados por cualquier persona, en cualquier momento y lugar, de manera similar a un ábaco.
Logro con aprendizaje incluido
Al igual que sucedió antes con la radio, el desarrollo de ordenadores planteó un reto totalmente abrumador al equipo de desarrollo. Sin embargo, en 1964, Sharp produjo la primera calculadora electrónica de escritorio que únicamente incorporaba transistores y diodos del mundo: la CS-10A. La calculadora tenía un precio de 535.000 yenes.
Una nueva sensación desencadena una "guerra de calculadoras electrónicas"
La primera calculadora electrónica que únicamente incorporaba transistores y diodos era un producto de alta calidad que nadie podría confundir con un ábaco. Su velocidad de cálculo y funcionamiento silencioso pronto la convirtieron en una sensación. Los fabricantes se apresuraron a entrar en un campo que pronto se vio saturado con 33 fabricantes que ofrecían 210 modelos diferentes. Esta intensa competencia dio pie a lo que se denominó la "guerra de las calculadoras electrónicas".
Punto de inicio de la reestructuración
El éxito del desarrollo de la calculadora electrónica que únicamente incorporaba transistores y diodos promovió la entrada de Sharp en los campos de los semiconductores, las pantallas LCD y la comunicación de información, transformando la empresa en una empresa electrónica global. La dura competencia inspiró el desarrollo de calculadoras electrónicas menos costosas, más compactas y más ligeras, con lo que se realizaron grandes avances en tecnología electrónica.
En 1965, la economía japonesa se tambaleó tras el boom de los Juegos Olímpicos y entró en un período de crecimiento negativo. El mercado de los "tres tesoros sagrados" y otros productos que habían estado a la cabeza del sector de productos eléctricos y electrónicos de consumo se vio saturado. La empresa, dedicada a desarrollar aún más las ventas y los productos electrónicos, adoptó rápidamente una estrategia para enfrentarse a la situación.
La "estrategia 70" para reforzar la red de ventas
La nueva "estrategia 70" de Sharp se diseñó para reforzar y ampliar la red de ventas existente. Su objetivo era establecer una red de ventas para el año 1970, de modo que las ventas realizadas a través de las tiendas filiales representasen un 70% de las ventas totales de productos. Se llevaron a cabo operaciones individuales, incluido el establecimiento de nuevas tiendas (operación A) y el aumento de las transacciones con los minoristas a gran escala (operación B). Finalmente, el objetivo de la "estrategia 70" se alcanzó en 1971.
La unidad ATOM
En 1965, la empresa organizó ATOM (Attack Team of Market, equipo de ataque del mercado), una unidad móvil basada en un nuevo concepto. La demanda de productos había caído y el panorama de las ventas minoristas no era muy alentador. El nuevo concepto requería que Sharp y sus puntos de venta minoristas cultivaran una nueva demanda de mercado mediante ventas puerta por puerta y otras actividades con el "cliente como prioridad".
La nueva unidad ATOM se componía de 47 empleados seleccionados de entre los empleados de la empresa. Esta unidad, completamente entregada a su objetivo, realizó ventas puerta por puerta y otras actividades con resultados muy positivos.
Siguiendo su ejemplo, otros sectores empezaron a centrar su atención en las ventas puerta por puerta ofrecidas por primera vez por la unidad ATOM. La unidad ATOM también llamó bastante la atención de los medios de comunicación como "el grupo que provocó una revolución en las ventas".
Crecimiento a escala total de la demanda de televisores en color
En 1966 se produjo una inesperada recuperación económica, disipando el pesimismo de los círculos empresariales de Japón. A medida que los coches, aparatos de aire acondicionado y televisores en color se convirtieron en las "tres C" (por sus iniciales en inglés), las ganancias corporativas de Sharp repuntaron, gracias al crecimiento sostenido de las ventas de televisores en color y la creación del primer horno microondas del sector con plato giratorio.
La primera calculadora electrónica del mundo que incorporaba circuitos integrados
La investigación centrada en la reducción del tamaño de las calculadoras mediante la sustitución de los transistores por circuitos integrados dio como resultado la creación de la primera calculadora electrónica del mundo que incorporaba circuitos integrados (CS-31A). El peso, el número de piezas y el precio del nuevo producto eran casi la mitad de los de la primera calculadora que Sharp comercializó.